La Brigada Jurídica
EDUARDO UMAÑA MENDOZA
Informa que continua la desobediencia civil en el patio 4 de la picota por parte de los presos políticos.
Tras dos meses de emergencia carcelaria, Defensoría reconoce avances
pero advierte factores puntuales de vulnerabilidad para los DD.HH
La problemática sigue impactando a los centros de detención
transitoria, como sucede en la Estación permanente de Policía en
Valledupar, donde la Defensoría del Pueblo realizó una visita de
inspección que permitió hallazgos críticos en materia de salubrid
El
hacinamiento se mantiene estable en el 55 por ciento, mientras el
represamiento de servicios médicos solicitados asciende a 14.235 casos.
En cumplimiento de su misión constitucional como organismo de control
para los derechos humanos, la Defensoría del Pueblo ha hecho seguimiento
al desarrollo de la medida de emergencia carcelaria, anunciada el
pasado 5 de Mayo y oficializada mediante resolución el 10 del mismo mes.
Al cabo de 2 meses y 8 días de su entrada en vigencia, la Entidad
reconoce algunos avances importantes frente al diagnóstico que este
organismo adscrito al Ministerio Público había hecho señalando que al
término del primer trimestre de 2016, el 90 por ciento de las prisiones
carecía de todo tipo de asistencia en salud para la población privada de
la libertad. Hoy 101 cárceles del país cuentan con red hospitalaria y
114 se han puesto al día respecto a la recolección de residuos
hospitalarios.
Sin embargo, la situación en algunos aspectos
sigue siendo preocupante y existen factores puntuales de vulnerabilidad
para los derechos de los internos, como sucede con las solicitudes de
servicios médicos represadas, que alcanzan la cifra de 14.235.
No
obstante la contratación de los prestadores, 91 establecimientos
(equivalentes al 66 por ciento) reportan insuficiencia en el recurso
humano y 71 (52 por ciento) en cuanto a la disponibilidad de
medicamentos, hecho que se ve reflejado en cárceles como la de
Sincelejo, donde hace 8 meses las personas que padecen el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (VIH) no reciben tratamiento.
Actualmente, la cifra de pacientes oficialmente registrados en el
sistema es de 9.752, 520 más que los reportados antes de la emergencia
carcelaria a nivel nacional. De ellos, 4.218 padecen hipertensión
arterial, 2.255 son siquiátricos, 1.090 han sido diagnosticados son
diabetes, 640 con VIH y 104 con cáncer.
Las cifras de
hacinamiento se mantienen estables en el 55 por ciento, con una
población de 121.249 internos frente a una capacidad instalada para
78.055, lo que representa un sobrecupo de 43.194 personas. Cabe señalar
que según información oficial, hay otras 49.038 personas que se
encuentran en prisión y/o detención domiciliaria, pero el personal de
revista dispuesto por el Inpec es a todas luces insuficiente, como pasa
también con los dispositivos de vigilancia electrónica pues de los 4.061
habilitados, 1.207 (el 25 por ciento) no están en funcionamiento por
inconvenientes de carácter técnico.
Preocupa a la Defensoría del
Pueblo que la crisis advertida a comienzos de año en los
establecimientos carcelarios se traslade y agudice en los centros de
detención transitoria como las URI y estaciones de Policía, pues así lo
dejan entrever los hallazgos de una visita de inspección humanitaria a
la Estación permanente de Policía de Valledupar, donde hay cupo para 20
personas pero permanecen 193, es decir con un hacinamiento que asciende
al 870 por ciento.
Allí, no hay atención en Salud pues el Fondo
Nacional operado por Fiduagraria y Fiduprevisora dice que no es su
responsabilidad, sin tener en cuenta la situación jurídica de los
detenidos. Por si fuera poco, para las 193 personas encontradas al
momento del registro, sólo hay disponibles un sanitario fuera de
servicio, dos duchas también fuera de servicio y un orinal comunal con
problemas de obstrucción, razón por la cual la población privada de la
libertad se ve obligada a hacer sus necesidades en botellas y bolsas
plásticas que luego son acumuladas con desperdicios de comida y toda
serie de residuos, los cuales constituyen una amenaza evidente a las
condiciones de salubridad en ese lugar.
Ante estas
circunstancias, la Defensoría del Pueblo tiene un curso una acción
judicial encaminada a proteger los derechos de esta población, y seguirá
vigilante al desarrollo de la emergencia carcelaria que aplica desde
hace 2 meses en el país.
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