Entrevista
Tomado de Semanario Voz
Hernán Camacho
Un sistema de justicia único en el mundo es el que se aplicará para el fin del conflicto en Colombia
El apretón de
manos entre Timoleón Jiménez, jefe del Estado Mayor de las FARC-EP y
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, el pasado 23 de septiembre
fue un hecho histórico y trascendental para la paz del país. Sin
embargo, las voces disonantes del gobierno y enemigos de la paz
presionaron hasta obligar al gobierno a dar un paso atrás en lo acordado
y a reabrir las discusiones. Ahora se vislumbra un nuevo acuerdo que
incluye aquellos temas neurálgicos para el establecimiento colombiano.
VOZ habló con el jurista y uno de los arquitectos del Sistema Integral
para la Verdad Justicia y Garantías de No Repetición, Diego Martínez,
quien señala que aunque retrasó otros puntos de la agenda para la
terminación del conflicto, reabrir las discusiones le permitió a las
partes afianzar algunos conceptos en beneficio de un acuerdo concreto en
materia de justicia.
–El 23 de
septiembre pasado el país conocía una noticia histórica que ponía al
proceso de paz en una especie de recta final. Pero solo pasaron dos días
después para que se conocieran los reveses y las declaraciones
altisonantes que llamaban a aclarar el asunto de la Jurisdicción para la
Paz. Luego se pidió revaluar los 75 puntos del acuerdo. Pasaron casi
tres meses en que se reabrieron los debates y los acuerdos ¿El gobierno
se equivocó en ese retroceso?
–Yo estimo que
el acuerdo de la Jurisdicción Especial para la Paz hace referencia a
temas medulares y sistemáticos de la impunidad, y el gobierno me parece
que no analizó de fondo el acuerdo de justicia que se alcanzó el pasado
mes de septiembre y esa es la razón por la cual se decidió reabrir
puntos ya pactados. En efecto es una equivocación reabrir la discusión
sobre lo ya acordado pero si abrirla sirve para que finalmente se llegue
a un acuerdo mucho más sólido pues está bien que se haya hecho así.
Pero sin duda fue un error y un mal mensaje para la sociedad colombiana
que estaba esperando, después del acuerdo, otras medidas como por
ejemplo acuerdos en el punto de víctimas o avances en implementación y
lo que sucedió fue un retraso de esos temas esenciales para la agenda de
terminación del conflicto.
Ejes temáticos
–¿Fueron puntos sensibles los que se reabrieron?
–Todos los
puntos discutidos son difíciles y fundamentales porque su origen están
en la impunidad sistemática. Son puntos que tocan ejes temáticos de la
agenda como la implementación de los acuerdos o el asunto de las
víctimas. Para dar un ejemplo: se reabrió el tema de los aforados que
hoy están más claros incluso que la primera vez. Es decir en temas
sensibles hoy se tiene mayor claridad.
–Justamente el tema de los aforados causa revuelo. ¿Qué va pasar con expresidentes acusados de delitos de lesa humanidad?
–Yo prefiero
que eso lo publiquen las partes dado mi deber de confidencialidad.
Vendrá un proceso en donde las delegaciones de paz que están en La
Habana hagan un pronunciamiento conjunto y publiquen los acuerdos a los
que se llega. Lo que si puedo decir es que temas como el de los aforados
han sido muy bien construidos; sin embargo no dejan de ser complejos y
difíciles para sectores sociales o de víctimas en el país.
Sectores opinan
–¿Las delegaciones y la comisión de juristas escucharon a sectores sociales para acordar por segunda vez el tema de justicia?
–Este ha sido
un proceso muy consultado. A La Habana fueron víctimas a ser escuchadas
por las partes, pero también se han realizado una serie de iniciativas
de orden académico o foros con temas de especialidad desde el seno de la
sociedad civil para recoger insumos que han ayudado en el acuerdo,
foros solicitados por la propia mesa de diálogo y auspiciados por la
Universidad Nacional y las Naciones Unidas; entonces lo que tenemos es
una síntesis de muchas posiciones, un acuerdo para poner fin a la
impunidad, pero un acuerdo que recoge también ideas como justicia
restaurativa, justicia para la paz que en perspectiva debe obedecer al
clamor de las víctimas, pero también al clamor de sectores que hoy están
de acuerdo con poner fin a la guerra.
–Se habla de un sistema retributivo ¿qué significa?
–El acuerdo que
se va perfilando es también una síntesis muy importante de lucha contra
la impunidad. Un sistema que esclarezca lo que sucedió en Colombia. Es
un modelo paradigmático en el mundo y se funda sobre la base de la
verdad, pero va más allá púes intenta poner fin a los factores que
originaron la violencia social, los factores económicos que generaron la
guerra, los factores políticos que motivaron el conflicto. Ese sistema
restaurativo en primer sentido podrá esclarecer los factores
multidimensionales para la no repetición. Gran parte de los modelos de
justicia que surgen de procesos de paz en el mundo no satisfacen
plenamente el concepto de justicia y verdad por eso la importancia del
diseño de este sistema que se basa justamente en eso: la verdad. Es un
paso importante camino a la terminación del conflicto.
Indulto
–Hablemos de
temas que de alguna manera tocan la Jurisdicción para la Paz, el
indulto. ¿Qué opinión le merece el indulto a 30 guerrilleros de las
FARC-EP?
–Es un gesto
positivo. Nos permite una reapertura del debate sobre el delito
político. El indulto y la amnistía se aplican a delitos políticos porque
en Colombia no se puede echar al olvido ese concepto, pues en el país
existen rebeldes que tomaron las armas y luchan por una causa política.
Es un importante gesto de confianza pero a mi juicio se necesitan otros
más que pueden ir en ese mismo sentido. Recordemos que hay una crisis
carcelaria muy compleja y dramática que debe ser atendida y que un gesto
de confianza por parte del gobierno es liberar a los combatientes
presos que atraviesan por dificultades de salud. Un grupo de por lo
menos 90 prisioneros y presos políticos gravemente enfermos en las
cárceles que no tiene atención médica dado que el sistema de salud en
las cárceles es inoperante, ineficiente y en ese sentido se va a
requerir una nueva medida de confianza que sería la liberación inmediata
de estas personas.
–Nada está
acordado hasta que todo este acordado. Pero ¿se podrán conocer elementos
del acuerdo de justicia antes de la firma final?
–Es parte del
punto del fin del conflicto y es en ese escenario que se le dará una
mirada a los cronogramas y en el caso de justicia, pues tiene temas
significativos como la escogencia del comité de justicia que a su vez
escogerá a los miembros de la Comisión del Esclarecimiento de la Verdad.
Pero al menos este comité deberá entrar a ser elegido antes de la firma
del acuerdo. Es decir, habrá puntos en el acuerdo de inicio para echar a
andar todo lo que significa la Jurisdicción para la Paz.
–En la
operación del desminado humanitario se habla de dos o tres décadas para
dejar limpio el país de minas. En el caso de justicia de cuánto tiempo
se habla para que el sistema restaurativo cumpla su objetivo.
–Uno de los
grandes hechos del acuerdo es justamente el Sistema Integral para la
Verdad, Justicia y Garantías de No Repetición y en efecto la aplicación
del sistema tendrá que darse gradualmente. Etapas como preparación,
etapa de puesta en funcionamiento, etapa de desarrollo del sistema,
etapa de recomendaciones para el caso de la Comisión de Esclarecimiento
de la Verdad y una etapa de judicialización, es decir un proceso de
largo plazo. Por el propio diseño de la jurisdicción el país debe
entender que se va a adelantar por tiempos extendidos ya que el
esclarecimiento de la verdad, la restauración y la reconciliación son
finalidades de la jurisdicción que no se pueden realizar a las carreras.
Pero no me atrevo a dar fechas, lo importante es que se cumplan los
fines y los propósitos del diseño: la paz.
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