El diálogo, el uso de la razón argumentativa, discursiva,
las palabras, ha tenido su labor primordial en la concreción de los
diálogos de Paz desde hace más de cuatro años.
Aún, más allá de esta acción razonable del diálogo, en el
fondo y no tanto, está el fundamento de la voluntad de las partes por la
afirmación y perpetuidad de la Vida mìsma. Hoy, ya no son sólo las
partes, ahora es la voluntad de toda Colombia, abuelas y abuelos, mamás y
papás ,hijas e hijos, a quienes corresponde decir SÌ...Decimos SÌ a la
Vida...a la Vida de los de hoy, los del mañana y los de ayer que hoy ya
no nos acompañan a causa justamente de haber vivido en un pais que tenia
,y , hoy quiere y supera el fundamento de la muerte.
Es entonces la esencia, forma, concepto y realidad de
encontrar una solución a nuestras diferencias e interpelaciones, a
nuestras distinciones a partir de lo que nos es común en el modo que
concebimos la producción y resultados de nuestras relaciones
sociales-comunitarias como sujetos.
Para que esto sea posible, como estamos lográndo hacerlo
posible, contra los pronósticos de escepticos y contradictores, para que
sea posible, debe presuponerse ciertos principios normativos no sólo
èticos, sino tambièn críticos, para cuando alguno de estos principios
promulgados como leyes se conviertan ya no en en medios para lograr
avanzar en consolidar la esperanza de una Colombia en Paz, sino que por
el contrario, se conviertan en un mecanismo justificador de represión
que impida el derecho al disenso y su expresión, entonces, pueda ser
transformado o acabado, pues ya no sería una ley para afirmación de la
vida sino para posibilitar la dominación y degenerar en la muerte.
Situación palpable de esto son los acuerdos de Paz. Son el
comienzo de una transformacion y produccion de nuevas de realidades,
leyes e instituciones como un minimo punto de partida. Esto, alcanza si
hacemos la tarea que nos asiste, a lo Sistèmico. Es una postura
crítica, no anárca-conservadora extrema.
De tal manera, bajo esta pretensión ètica-crítica
encontramos, por ejemplo, los principios de la afirmación de la vida, la
honestidad y el no uso de la violencia con límites determinados.
Es desde estos principios normativos (sin perder nunca el fundamento ètico-crítico), que debe moverse la dinámica del debate actual entre el Sí y el No a la hora de votar el plebiscito por la Paz.
Es desde estos principios normativos (sin perder nunca el fundamento ètico-crítico), que debe moverse la dinámica del debate actual entre el Sí y el No a la hora de votar el plebiscito por la Paz.
Es la honestidad en las acciones y argumentos lo que da o
quita verdad y validez, legitima o no a una u otra postura en el debate.
Decimos e invitamos a reflexionar en que no es posible que
el debate se fundamente afirmando como punto de partida la muerte sobre
la vida, la mentira por encima de la verdad, pensando en eternizar la
violencia auspiciada por el odio, la mezquindad y la venganza, y peor
aún , seguir estas lamentables posturas sin indagarlas, sin
investigarlas, sin documentarnos, sin contrastar entre unas y otras,
seguirlas sin más, como si fusen fanáticos o seres sin uso de la razón,
aún peor, sin uso del sentido común, pues dificil creer es que sea de la
mayoria de los colombianos el sentido común de seguir en la muerte de
la guerra,en lugar de la alegria y la lucha de la vida y del vivir.
Colombia entera, cada unos de los sujetos mujeres y hombres
que componen nuestras comunidades hechas sociedad, debe reflexionar y
debatir sintiendo la Vida que somos cada uno de nosotros y nosotras.
Somos la manifestación de la Vida con capacidad de
autoconciencia, de pensar, de producir y trasnformar, tambièn de
destruir, y, por tanto, con capacidad de honestidad entre todas y
todos, y ante nosotros mismos.
Ello debe ser el fundamento del debate y la acción por un
Sí para Vivir. No debe ser más apologia a la guerra y la muerte que
ella significa, eso está más allá de toda irracionalidad, pues
nisiquiera los demás hijos de la tierra , animales, palntas, mares y
cielos se organizan bajo el fundamento de la muerte, todo lo contrario,
todos juntos conviven en armonia que a penas nosotros los humanos
modernos estamos empezando a tratar de comprender, y lo hacemos mirando simultáneamente atrás,
presente y al futuro, justamente diciendo Sí a las concepciones de una
vida en comunidad, armónica con el todo, legado de nuestros pueblos
indigenas. Y en ese decir Sí, tambièn decimos No a repetir la barbarie
de la conquista, de la violencia y la muerte, esa violencia y muerte que
hoy invitamos a acabar ahora con su voluntad en las urnas.
Este fortalecimiento de las relaciones comunitarias en los
territorios junto al desenvolvimiento progresivo de formas de economias
realmente solidarias, no individualistas, como está contenido en el
tratado de Paz, despuntan en el horizonte transformador para la
superación entonces ya no sólo de la violencia, no, tambièn, junto a los
hijos de la Paz, para la superación de la pobreza y miseria de los
oprimidos, explotados y excluidos, transformacion y superacion de
realidades concretas. Está en todas y todos ustedes, en todas y todos
nosotros avanzar en ello.
El paso lo estamos dando, sabemos que no es un salto al
vacio, caminar los senderos del Sí a la Vida y la Esperanza lo hacemos
de la mano de ustedes, ustedes pueblo colombiano, con sus sufrimientos ,
alientos y críticas, ustedes la sabiduria popular, que han sido , son y
serán siempre nuestra guía.
Hoy desde la prisión, con la voluntad del corazón, la razón
de la mente, en un todo corpóreo de acciones y plabras hechas mañanas
cantos de Libertad, decimos... caminemos juntos los senderos de la
Paz!!!
Todas y todos decimos Sí a la Paz Sí a la Vida!
Prisioner@s Politic@s
Columna Domingo Biohó
Penal Picota Bogotá
Renè Nariño
Columna Domingo Biohó
Penal Picota Bogotá
Renè Nariño
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